Mantener un buen crecimiento de los cultivos es el mayor desafío en el calor extremo en verano de Ontario. Transpar suaviza el clima del invernadero en Howard Huy Farms en Leamington.
“Nos enfrentamos a inviernos muy fríos y veranos muy calurosos”, comenta el director Howard Huy. “En verano, la irradiación es muy alta, de hasta 1150 vatios/m2. Por otra parte, el clima es muy variable. En un día despejado, se puede llegar a alcanzar los 35°C, pero también puede mantenerse en 18°C con una irradiación alta. El resultado es el mismo si no haces nada: la planta deja de crecer.”
Huy tiene 9 hectáreas de invernaderos, tanto de plástico como de vidrio. Cultiva tomates, pepinos, pimientos y berenjenas de muchas variedades distintas. Así diversifica los riesgos. Los productos se comercializan en Canadá y Estados Unidos. Su empresa se encuentra a solo 50 kilómetros de la frontera con Estados Unidos, cerca del lago Erie.
Anteriormente utilizaba tiza ‘normal’ y más tarde un recubrimiento difuso. “En realidad, empezamos a utilizar Transpar para comprobar si funcionaba. Empezamos el año pasado. La experiencia ha sido tan buena, que sin duda volveremos a utilizarlo el año que viene. La búsqueda de un buen recubrimiento ha terminado”, señala.
Sin protección solar, en verano, los cultivos reciben un golpe del calor: se marchitan, sufren quemaduras solares y problemas de calidad, como la Phytophthora. Bajo Transpar, el clima es mucho más uniforme. A menudo, la temperatura baja hasta entre 3 y 5 grados. Vemos una mejor producción y una mayor calidad, incluido un mayor tamaño de la fruta”, constata Huy.
Transpar deja pasar la luz que es esencial para la fotosíntesis (luz PAR), pero bloquea la radiación de calor (NIR, casi infrarrojo), de modo que el invernadero y la planta se calientan menos. Además, este recubrimiento hace que la luz se difunda, permitiendo que penetre más profundamente en el cultivo. “Me resulta difícil de evaluar si esto último es una ventaja en nuestro caso”, dice. “En cualquier caso, no tenemos necesidad de cerrar tan rápido las persianas. Así conseguimos más luz en el invernadero y las plantas la pueden seguir aprovechando. Así siguen más activas durante más tiempo. Esto también puede constatarse por la humedad, que se mantiene mejor”.
La empresa encarga a un contratista especializado la colocación del recubrimiento con un helicóptero a finales de abril; en septiembre vuelve a retirarse. “Siempre corres un riesgo con respecto al momento de la colocación. Esta primavera fue fría y nublada, y pudo colocarse un poco más tarde, pero es más seguro hacerlo a finales de abril”, indica.
En realidad, no ve inconvenientes asociados al uso del recubrimiento. “En un día nublado, te gustaría quitarlo un tiempo, pero por supuesto eso no es posible. Pero en general estamos muy satisfechos con Transpar. Hace lo que tiene que hacer. Por eso volveremos a utilizar este recubrimiento el año que viene. Estamos contentos con ello.”
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Protección removible frente al calor sin que ello afecte a la luz de crecimiento